Cuando estamos en la cocina, tendemos a verter por el fregadero cualquier líquido sobrante. Pero el problema es que no todos los fluidos son aptos para desecharlos por el desagüe.

Uno de ellos es la leche. La leche tiene un alto contenido de grasa, lo que significa que puede provocar obstrucciones, al igual que otros líquidos densos y aceitosos.

Lo mejor es verterla en un recipiente reciclable y luego a la basura. Esta norma es extensible a las bebidas que contengan leche (cafés, cacaos, tés, batidos...).

Pero no es el único fluido con el que podemos tener problemas. Los caldos de carne tampoco se deben desechar por el fregadero, ya que tienen un alto contenido de grasa.

También deben evitarse los aceites de cualquier tipo, incluidos el de girasol, oliva, colza, vegetal o canola. Ademá

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