El descenso de Unión Española a la Primera B crispó los ánimos en el estadio Santa Laura. El conjunto hispano, siendo uno de los clubes más tradicionales del fútbol chileno, no pudo hacer valer la historia y cayó por 4-2 ante O’Higgins, certificando la pérdida de la categoría por segunda vez en sus 128 años de existencia (la otra había sido durante la temporada 1997).

La debacle que se vivió en la cancha también se hizo sentir en las tribunas. En primer lugar, la hinchada local detonó fuegos de artificio y lanzó bengalas a la cancha cuando el inminente descenso tocaba la puerta. A su vez, realizaron duros cánticos en contra de la dirigencia, representada en la figura de Jorge Segovia, el propietario de la institución.

En línea con esos incidentes en la galería del reducto de Plaza Chacab

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