Mantener la persiana levantada en la zona rural exige algo más que buena gestión: requiere vocación, paciencia y una dosis de amor por el territorio. En Trubia, en el concejo de Oviedo , el comercio local sigue latiendo gracias a rostros que conocen a sus vecinos por el nombre, aunque el escenario haya cambiado drásticamente en las últimas décadas.
En la Carnicería Basi, Manuel García lleva 21 años al frente del mostrador. Él es de Teverga, pero hace más de dos décadas tomó el relevo de carnicero que se jubilaba y decidió quedarse. El nombre del negocio es un homenaje a su madre, Basi, marcando una línea de tres generaciones vinculadas al esfuerzo.
García, de 56 años, habla con la sinceridad de quien ha visto transformarse el pueblo. «La clientela era gente mayor y la perdí porque se f

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