Siempre he creído que la unanimidad de conceptos y de opiniones en la democracia es algo que resulta lesivo a los intereses ciudadanos, pues entidades como el Congreso de la República, Asambleas y Concejos Municipales terminan adormilados por el poder que se ejerce desde el ejecutivo en cualquiera de los niveles.

Por esa razón saludo con beneplácito que en el Concejo de Tuluá haya hoy voces que discrepan, opinan y se oponen a proyectos que ellos consideran nocivos o faltos de claridad jurídica. Esa actitud permite creer que es posible generar debates y lograr que el jefe de gobierno revise los proyectos que envían, algunos de ellos con mensaje de urgencia.

En el caso de la corporación edilicia de los tulueños se han dado señales de independencia al elegir como presidente a Denny Mejía y

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