Es un hecho que la temporada de lluvias, como la actual, favorece el crecimiento de las plantas y con ello la cosecha de productos. Sin embargo, la frecuencia e intensidad de las precipitaciones, causan inundaciones que asolan los cultivos, ocasionando hambrunas y pérdidas económicas para los agricultores.
De otra parte, los inviernos crudos ocasionan deslaves, los que a su vez fracturan carreteras y arrasan viviendas, especialmente aquellas construidas en los márgenes de ríos y quebradas. Por supuesto, se podria decir que estos eventos naturales son impredecibles, significado que se desprende de la estructura sintáctica de tal afirmación; sin embargo, una lectura semántica minuciosa de dicho enunciado provoca varias reflexiones.
Así, un catastro de viviendas situadas a orillas de corrie

El Tablóide
Raw Story
The Conversation
New York Post
Vogue Runway