Imagina que cada res en un campo tuviera una factura por gas expulsado , esa es la idea central del polémico proyecto legislativo que hoy divide al agro argentino. La diputada Lucía Klug propone imponer una , gravando los gases que producen las vacas.

Lo que en principio suena a broma o a un vídeo viral se convirtió en tema serio de debate cuando voces del sector rural salieron en tromba a cuestionar su viabilidad. Ahora, la promesa de recaudar para el medio ambiente choca con un rechazo masivo y objeciones técnicas.

¿En qué consiste la propuesta?

El proyecto plantea la creación de la Tasa Ambiental sobre el Metano en Buenos Aires (TAMBA), que obligaría a las empresas ganaderas de la provincia a pagar un cargo en función de las emisiones de dióxido de carbono equivalente generadas

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