La lucha contra el sida está atravesando uno de sus momentos más difíciles. La crisis de financiación global ha golpeado la prevención y la atención del VIH, afectando sobre todo a quienes más necesitan protección. Sin embargo, en medio de este panorama, la resiliencia, la innovación y la solidaridad siguen abriendo caminos. En el Perú, donde la epidemia muestra avances y desafíos, un nuevo impulso colectivo es imprescindible para consolidar lo logrado y avanzar hacia un futuro sin sida.

Alrededor del mundo, la interrupción de servicios esenciales ha creado brechas peligrosas. Programas de prevención para mujeres jóvenes, para poblaciones clave y para comunidades vulnerables han visto reducida su capacidad de llegar a quienes más lo necesitan. El estigma y la discriminación continúan afec

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