Javier Hernández lleva tatuado en la piel un ‘Yin Yang’, un símbolo que representa a la perfección su segunda etapa en Chivas , en donde pasó de la luz a la oscuridad en cuestión de meses.

Chicharito volvió a casa para defender una vez más la camiseta de sus amores con la corona de rey puesta, sin embargo; el propio Hernández hizo todo lo posible para poner en duda su figura de ídolo en Chivas .

Desde su regreso a Chivas en enero de 2024, Javier Hernández no ha podido consolidarse, razón por la que apenas ha disputado 35 partidos en dos años, una marca impensable al momento de gestionar de nueva cuenta su fichaje.

Hasta antes de su regreso ver el nombre de Javier Hernández en las alineaciones de Chivas era relacionarlo de inmediato con la creación de goles por lo que

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