El uso compulsivo del teléfono móvil se convirtió en una conducta extendida que afecta la concentración y la memoria, según estudios difundidos por The Washington Post. La frecuencia con la que se revisa el dispositivo, más que el tiempo total de uso, emerge como un factor determinante en los lapsos de atención y los fallos de memoria, con implicaciones directas para la vida personal, social y laboral de usuarios de todas las edades.

Diversas investigaciones demostraron que la revisión constante del celular puede comprometer las habilidades cognitivas. Un estudio de la Singapore Management University, concluyó que las interrupciones frecuentes para consultar el dispositivo incrementan los lapsos de atención y memoria.

Esta reiteración de estas revisiones, y no el tiempo total de pantalla

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