Michoacán y Guanajuato dieron este lunes un movimiento poco común en materia de seguridad: activaron un blindaje conjunto en la franja que comparten, un territorio históricamente marcado por rutas criminales y por la necesidad de coordinación real entre ambas entidades.

Con la firma de un convenio marco, los gobiernos de Alfredo Ramírez Bedolla y Libia García Muñoz Ledo buscan que la frontera deje de ser una línea vulnerable y se convierta en un corredor vigilado con inteligencia compartida.

El acuerdo establece una ruta de trabajo que incluye el intercambio inmediato de información entre fiscalías para agilizar órdenes, carpetas y procesos judiciales; la realización de operativos espejo en carreteras y comunidades colindantes; la interconexión de los C5 y centros de inteligencia con

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