Pedro Sánchez ha movido ficha para tratar de recomponer las relaciones con Junts , tras una primera fase en la que parecía haber minusvalorado la ruptura anunciada por Carles Puigdemont. El presidente español ha hecho ostentación de este cortejo en dos entrevistas con periodistas de Catalunya, donde reconoce sus “incumplimientos”, y ha aprobado un decreto con varios guiños en materia económica. Tanto agasajo ha dejado en el aire dos grandes preguntas: ¿Qué hará el socialista con el resto de sus socios? ¿Optarán esos otros aliados por lanzar algún ultimátum al estilo de Junts, viendo que da resultados? El PNV también tiene un pacto de investidura que vincula a Sánchez, y sus cinco votos son imprescindibles en el Congreso. Pero este miércoles no ha dado muestras de ansiedad y, por aho

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