En la localidad de Corbera de Llobregat (Barcelona), la relación entre Asún , de 60 años, y Rafa , de 70, ha trascendido los límites de la buena vecindad para convertirse en una historia de solidaridad y vida . No son vecinos de rellano, sino de parcela, un matiz que en su caso ha significado compartir mucho más que un espacio físico: han forjado un vínculo tan fuerte que Asún no dudó en donarle uno de sus riñones a Rafa cuando este lo necesitó de forma vital. La suya es la historia de cómo un gesto altruista ha transformado por completo la existencia de dos personas, demostrando que la familia, a veces, es la que se elige al otro lado de la valla.

María cuenta cómo es su vida una década después de recibir un trasplante de riñón

De la vitalidad a la diálisis

Rafa Gómez

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