CIUDAD DEL CABO, Sudáfrica (AP) — Durante 35 años, la zoóloga estadounidense Laurie Marker ha estado recolectando y almacenando muestras de esperma de guepardo en Namibia con la esperanza de que los conservacionistas nunca tengan que usarlas.

Le preocupa que el animal terrestre más rápido del mundo pueda estar algún día al borde de la extinción y se llegue a necesitar de reproducción artificial para salvar la especie.

Marker asegura que el banco de esperma en el Cheetah Conservation Fund, el organismo que fundó en esta nación del sur de África, es un "zoológico congelado" de guepardos, el cual ha estado construyendo desde 1990. Las muestras que contiene se utilizarían en el peor de los casos para estos felinos, cuyas cifras han disminuido alarmantemente en estado silvestre durante los últimos 50 años.

“No haces nada con esto a menos que sea necesario”, dijo Marker, una de las principales expertas en guepardos, desde su centro de investigación cerca de la ciudad de Otjiwarongo, Namibia. “Y no queremos llegar a ese punto nunca”.

Los conservacionistas conmemoran el jueves el Día Mundial del Guepardo con menos de 7.000 ejemplares en estado silvestre, cifras similares a las del rinoceronte negro en peligro crítico. Hay únicamente alrededor de 33 poblaciones de guepardos distribuidas en distintos puntos a lo largo de África, la mayoría de ellas con menos de 100 animales, dijo Marker.

Como tantas especies, los elegantes felinos que pueden alcanzar hasta 112 km/h (70 mph) están en peligro de extinción por la pérdida de su hábitat, el conflicto entre el ser humano y la vida silvestre y el comercio ilegal de animales. Sus grupos, cada vez más pequeños y aislados, significan que su reserva genética también se está reduciendo a medida que las pequeñas poblaciones se reproducen continuamente entre sí, con repercusiones en sus tasas de reproducción.

A nivel mundial, el número de guepardos en la naturaleza ha disminuido en un 80% en el último medio siglo y esta especie ha sido expulsada del 90% de su hábitat histórico.

Los científicos creen que los guepardos evitaron por poco su extinción al final de la última era glacial, hace unos 10.000 o 12.000 años, el primer factor que redujo su reserva genética.

Marker señaló que la falta de diversidad genética --junto con el hecho de que los guepardos tienen un 70-80% de esperma anormal-- significa que podrían necesitar ayuda en el futuro.

“Por lo mismo, un banco de esperma tiene mucho sentido, ¿verdad?”, dijo Marker.

Una táctica común en los esfuerzo de conservación

Almacenar esperma no es un esfuerzo exclusivo para los guepardos en el mundo de la vida silvestre. Es una táctica que los conservacionistas han desarrollado para otras especies, como elefantes, rinocerontes, aves, antílopes y otros grandes felinos.

El valor de la investigación de la reproducción animal, destacó Marker, queda al descubierto en la desesperada batalla por salvar al rinoceronte blanco del norte de la extinción.

Sólo quedan dos rinocerontes blancos del norte, ambos hembras, lo que hace que la especie esté funcionalmente extinta al no tener posibilidad de reproducirse naturalmente. Su única esperanza radica en la reproducción artificial con esperma de la especie recolectado y congelado hace varios años.

Como las dos rinocerontes restantes —una madre y una hija— no pueden quedar gestantes, los científicos han intentado implantar embriones de rinoceronte blanco del norte en sustitutas de rinoceronte blanco del sur. Las sustitutas no han logrado llevar ninguno de los embarazos a término, pero el equipo de conservación sigue comprometido a tratar de salvar a los rinocerontes blancos del norte contra todo pronóstico.

Otros esfuerzos de reproducción artificial han tenido éxito, incluido un proyecto que crió hurones de patas negras después de que la especie quedó reducida a una sola población en estado natural en Wyoming, Estados Unidos.

Último recurso

Marker no persigue a los guepardos para recolectar su esperma, sino que aprovecha cualquier oportunidad para tomar muestras. En Namibia, el principal riesgo para los guepardos son los agricultores que los ven como una amenaza para su ganado, lo que significa que el equipo de Marker se presenta cuando algún ejemplar ha resultado herido o fue capturado y recolectan muestras mientras los atienden para liberarlos posteriormente.

También pueden recolectar muestras de esperma de guepardos muertos. “Cada guepardo es, en realidad, una mezcla única de un número muy pequeño de genes. Intentaremos almacenar cada animal que podamos", declaró Marker.

Las muestras de aproximadamente 400 guepardos, y contando, se encuentran almacenadas actualmente a temperaturas ultrabajas en tanques de nitrógeno líquido en el laboratorio del Cheetah Conservation Fund. La investigación de Marker no involucra ninguna inseminación artificial, debido a que la cría de animales salvajes en cautiverio está prohibida en Namibia.

Si los guepardos estuvieran amenazados nuevamente con la extinción, el primer respaldo serían los aproximadamente 1.800 felinos que viven en zoológicos y otros entornos en cautiverio. Pero, los guepardos no se reproducen bien en cautiverio y el banco de esperma podría ser, como en el caso de los rinocerontes blancos del norte, el último recurso, puntualizó.

Sin él, “no vamos a tener muchas posibilidades”, subrayó.

___ Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.