Apenas lleva 11 meses en el cargo, pero los escándalos se le acumulan a Pete Hegseth. El secretario de Guerra de EEUU está lidiando con las informaciones que apuntan a un posible crimen de guerra al rematar a supervivientes indefensos en el Caribe después de haber hundido su embarcación. The Washington Post publicó el viernes que Hegseth dio la orden de matar a todos los ocupantes de las supuestas narcolanchas, y este miércoles se ha publicado que el Pentágono sabía que había supervivientes tras el ataque inicial del 2 de septiembre, y aun así el ejército llevó a cabo un ataque posterior.
La justificación para el segundo ataque fue que era necesario para hundir la embarcación, según fuentes de Associated Press. La administración Trump afirma que las 11 personas a bordo murieron.
Lo que sigue sin estar claro es quién ordenó los ataques y si el secretario de Defensa, Pete Hegseth, estuvo involucrado. Los detalles son fundamentales, ya que el Congreso han abierto investigaciones para determinar si EEUU actuó conforme a las leyes en estas operaciones militares, algo que cada vez está más en duda en el Capitolio.
Y muchas de las preguntas se plantearán este jueves durante una sesión informativa a puerta cerrada en el Congreso con el comandante que, según la administración Trump, ordenó el segundo ataque, el almirante Frank, Mitch, Bradley. Bradley tiene previsto comparecer el jueves en una reunión informativa clasificada con los dos presidentes republicanos de las comisiones y los dos miembros demócratas de mayor rango.
Las comisiones de las Fuerzas Armadas tanto de la Cámara de Representantes como del Senado anunciaron investigaciones sobre los ataques, mientras los representantes de ambos partidos planteaban preguntas.
Hegseth está siendo objeto de un creciente escrutinio por los asesinatos extrajudiciales en los que han muerto 83 personas en 21 ataques contra supuestos narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico Oriental, y en particular por el ataque en el que se remató a los supervivientes el 2 de septiembre, lo que supondría una violación de las leyes vigentes en tiempo de paz y las que rigen los conflictos armados.
Hegseth ha defendido el segundo ataque como algo surgido en la “niebla de la guerra”, afirmando durante una reunión del Gabinete celebrada este martes en la Casa Blanca que no vio a ningún superviviente, pero que tampoco presenció el resto de la misión.
El secretario de Defensa también ha dicho que Bradley, como almirante al mando, “tomó la decisión correcta” al ordenar el segundo ataque, para lo cual “tenía plena autoridad”.

El miércoles se le preguntó al presidente Donald Trump si publicaría el vídeo del ataque posterior, tal y como han exigido los demócratas, y respondió: “No sé qué tienen, pero sea lo que sea, sin duda lo publicaremos. No hay problema”.
Un ataque posterior a finales de septiembre ha llevado a la familia de un colombiano a presentar una denuncia formal ante el principal organismo de vigilancia de los derechos humanos en el continente americano. La petición de la familia de Alejandro Carranza afirma que el ejército bombardeó su barco pesquero el 15 de septiembre, violando las convenciones de derechos humanos.
'Signalgate': riesgo para el personal EEUU
El organismo de control del Pentágono determinó que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, puso en riesgo al personal estadounidense y su misión cuando utilizó la aplicación de mensajería Signal para transmitir información confidencial sobre un ataque militar contra las milicias hutíes de Yemen, según informa The Associated Press .
El informe concluye que Hegseth violó la política del Pentágono al utilizar su dispositivo personal para asuntos oficiales y recomendó una mejor formación para todos los funcionarios del Pentágono.
Hegseth se negó a hablar con el inspector general del Pentágono, pero hizo una declaración por escrito, en la que afirmó que tenía autorización para desclasificar información según lo considerara oportuno, y que solo comunicó los detalles que consideró que no pondrían en peligro la misión.
“La evaluación del Inspector General exculpa al secretario Hegseth y demuestra lo que sabíamos desde el principio: no se compartió ninguna información clasificada”, afirmó Sean Parnell, portavoz jefe del Pentágono, en un comunicado: “Este asunto está resuelto y el caso está cerrado”.
El presidente de EEUU, Donald Trump, “apoya” a Hegseth, afirmó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en un comunicado a AP, y añadió que la investigación confirma que “no se filtró ninguna información clasificada y que la seguridad operativa no se vio comprometida”.

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