Contra la censura, la picardía; contra la hipocresía, el ludismo. Si la alta inquisición censura, el bajo aldeano, el peladito se burla desde su rusticidad festiva. El mexicano nacional, en oposición al mexicano colonizado —o peor aún: auto colonizado—, llama a las cosas por su nombre: al pan, pan, recurriendo a la picardía para eludir la censura. Pero, hay que subrayarlo, picardía sin ofensa, sin injuriar ni calumniar. Se apela a la picardía como torneo de ingenio, inteligencia y humor, una lid entre la franqueza y la dureza, para decir sin decir, y que lo entienda el entendido.

El arte de la picardía es un arte mayor de abundantes frutos en México que florece en la medida y en respuesta a los ataques. La picardía teje lazos de identidad y de resistencia cultural. El que no lo cacha se q

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