SAN PABLO.- No fue ni es diplomático. Y, además, fue incluido dentro de la causa Lava Jato en 2017 por su relación con el presidente Lula da Silva. Se trata de Joesley Batista, dueño de la multinacional brasileña JBS con sede en Brasil y con una poderosa subsidiaria en Estados Unidos, la Pilgrim´s Pride. Este año, el empresario adquirió fama al negociar un ablandamiento de las rígidas relaciones que mantuvieron hasta abril pasado, el líder brasileño y el jefe de la Casa Blanca Donald Trump . Ahora, acaba de emprender otra aventura: el 23 de noviembre viajó a Caracas y se reunió con Nicolás Maduro, con quien también tiene sus nexos .
Los vínculos de Batista con Trump, a cuya campaña electoral contribuyó con 5 millones de dólares, proceden de la importancia de las inversiones frigorífic

Perfil Internacional

Noticias de Argentina
Río Negro News Política
El Destape
EL SUREÑO
The Conversation
Orlando Sentinel Politics
KCTV5 News Kansas Crime
Truthout