Ciudad de México.- Dar el salto de empleado a emprendedor implica más que un cambio de ocupación: requiere una transformación profunda en la forma de pensar, decidir y asumir responsabilidades. En México, donde el mercado laboral y el entorno empresarial presentan ritmos cambiantes, esta transición exige claridad estratégica y una visión amplia del riesgo y la autonomía.

Las habilidades desarrolladas en un empleo tradicional pueden ayudar, pero no siempre son suficientes para enfrentar la incertidumbre y la velocidad con que se mueven los mercados. Por ello, quienes desean emprender necesitan reconfigurar su mentalidad, cuestionar rutinas laborales establecidas y adoptar un enfoque más orientado a la experimentación y a los resultados.

Este cambio no ocurre de un día para otro: es un p

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