Siento mucho decepcionar a quienes fincan alguna esperanza en lo que se puede lograr hoy viernes en Washington.

No me refiero a la Copa del Mundo de futbol y las consecuencias del sorteo de los “bombos” de donde se irán sacando pelotitas, por manos de celebridades, con los nombres de los equipos participantes -me parece que quedan dos, pendientes de resolución- para definir quién contra quién.

Las últimas semanas me he tenido que soplar todas las especulaciones de los expertos sobre el destino de la Selección Mexicana, dependiendo de la diosa Fortuna que debiera asignarle a los ratoncitos verdes equipos “pichón” como rivales para pasar a la siguiente ronda. Que en el nuevo formato ambicioso de la FIFA, que le añadió una ronda previa más, es como empezar de cero hace cuatro años.

No.

See Full Page