La Universidad Distrital enfrenta una creciente tensión tras la elección del profesor José Endelfo Lizcano Caro como nuevo rector. En las últimas dos semanas, han surgido múltiples acusaciones y notificaciones de irregularidades en el proceso electoral. Se cuestiona si Lizcano cumple con los requisitos necesarios para asumir el cargo, específicamente la exigencia de cinco años de experiencia directiva.

El Consejo Superior Universitario (CSU) ha sido el escenario de este conflicto. Según actas de la sesión del 22 de septiembre de 2025, se evidenció que Lizcano no alcanzó el puntaje mínimo requerido para su experiencia en cargos directivos. Aunque se le reconoció un periodo como coordinador en la Superintendencia de Servicios Públicos, solo se le contabilizaron 12 meses de esa experiencia, lo que contrasta con los requisitos establecidos.

La controversia se centra en la interpretación de su participación en el Consejo Académico y el Consejo Curricular. El representante estudiantil argumentó que ser parte de un consejo no se considera experiencia en un cargo directivo, una postura respaldada por el jefe de la Oficina Asesora Jurídica de la universidad. A pesar de estas advertencias, el Consejo de Participación Universitaria aprobó la hoja de vida de Lizcano, enviándola al CSU.

Miembros del CSU han expresado que, a pesar de las advertencias sobre la falta de experiencia directiva, Lizcano fue designado como rector. "Durante la evaluación quedó claro que no cumplía con la experiencia directiva que exige el cargo", afirmaron. La controversia se agrava al señalar que algunos miembros del consejo sumaron incorrectamente su experiencia en el Consejo Académico y Curricular, lo que no debería contar como experiencia directiva.

El Ministerio de Educación y la Presidencia también han coincidido en que las actividades de Lizcano no pueden ser valoradas como experiencia directiva. A pesar de las inconsistencias, Lizcano logró obtener cuatro votos en el CSU, suficientes para su elección, aunque no alcanzó la mayoría simple. Los votos a favor provinieron de la representación del sector productivo, exrectores, egresados y profesores, mientras que los estudiantes y representantes del Gobierno no apoyaron su designación.

La secretaria de Educación, Isabel Segovia, ha recibido un concepto jurídico que le aconseja abstenerse de posesionar a Lizcano. Se sugiere que, ante la ausencia de la presidenta del CSU, se evalúe la posibilidad de que otro representante lleve a cabo la posesión. Lizcano, que debía asumir el cargo el 1 de diciembre, ahora enfrenta un futuro incierto con varias opciones por considerar, aunque ninguna ha sido ejecutada hasta el momento.