“Está muy claro que la política debe mantenerse al margen del fútbol y el fútbol debe mantenerse al margen de la política ”, dijo Gianni Infantino, el presidente de la Fifa en 2018, pero siete años después, en 2025 y ad portas del Mundial tripartito entre Canadá, Estados Unidos y México, parece haberse olvidado de lo que dijo antes, sobre todo por la estrella relación que parece tener con el presidente norteamericano Donald Trump.

Y aunque podría decirse que su acercamiento se debe meramente a que la nación estadounidense es una de las tres sedes del primer Mundial con 48 selecciones, el vínculo entre el jefe del ente rector del deporte más popular del mundo y el magnate republicano –que poco conoce de fútbol, o soccer– va más allá del ambiente deportivo.

La BBC de Londres reco

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