El Gobierno ha abierto una investigación tras detectar que la Peste Porcina Africana (PPA) podría tener un origen insólito. Según ha manifestado el Ministerio de Agricultura en una comunicación oficial, el virus detectado en Barcelona podría proceder de una instalación de confinamiento biológico y no de animales o productos infectados.

Los análisis realizados por el Centro de Investigación en Sanidad Animal de Valdeolmos, laboratorio de referencia de la UE, sobre el brote detectado el pasado 28 de noviembre en Cerdanyola del Vallés (Barcelona), revelan que el virus hallado en la provincia barcelonesa pertenece al grupo genético 29, completamente diferente de todos los virus circulantes actualmente en Europa, que pertenecen al grupo 2-28. El informe expone que este virus es «muy similar al grupo genético 1 que circuló en Georgia en 2007», una cepa que no se había vuelto a detectar en territorio europeo desde entonces.

La cepa « Georgia 2007 » es un virus de referencia utilizado habitualmente en instalaciones de confinamiento biológico para realizar estudios experimentales y evaluar la eficacia de vacunas en desarrollo. Este hallazgo no excluye, según reconoce el propio Ministerio, que el origen de la peste porcina pueda estar en una « instalación de confinamiento biológico » y no en animales o productos procedentes de países con la enfermedad.

«Del informe se deduce que cabe la posibilidad de que el origen del virus no esté en animales o productos de origen animal provenientes de alguno de los países en los que actualmente está presente la infección», admite textualmente el documento oficial del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación .

Ante la gravedad de estas sospechas, el Ministerio ha activado un doble procedimiento de investigación: ha comunicado al SEPRONA de la Guardia Civil la necesidad de investigar estos hechos como posibles infracciones o delitos medioambientales, y ha iniciado un procedimiento oficial de investigación del origen del virus en el marco del del artículo 57.2 del Reglamento (UE) 2016/429, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 9 de marzo de 2016.

«Los virus, en condiciones naturales, cuando se propagan mediante ciclos de infección en animales sufren en mayor o menor medidas cambios en su genoma. El hallazgo de un virus similar al que circuló en Georgia no excluye, por tanto, que su origen pueda estar en una instalación de confinamiento biológico», dice el comunicado del Ministerio de Agricultura.

La Dirección General de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal considera prioritario esclarecer cómo pudo llegar una cepa de laboratorio a una explotación porcina española. Los virus utilizados en investigación están sometidos a estrictos protocolos de bioseguridad precisamente para evitar su salida al medio ambiente.