Donald Trump está acostumbrado a ser el centro de atención en cada evento del que participa. Y esta vez, en un ámbito como el fútbol que le resulta ajeno, no fue la excepción.

Arropado en todo momento por el presidente de la FIFA, su “amigo” Gianni Infantino, el líder republicano –el anfitrión político del evento– acaparó los flashes desde su llegada a la alfombra roja para el show montado en el Kennedy Center hasta los instantes previos del momento que todos esperaban: la definición de los grupos del Mundial 2026.

Del “amor” por la Argentina a los renovados elogios a su aliado Javier Milei; de la gambeta a definir su preferencia por Lionel Messi o Cristiano Ronaldo al premio por la paz a medida que creó la FIFA; del encuentro distendido en el escenario con los mandatarios de México y Ca

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