La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que exige a Rusia el retorno inmediato y seguro de los niños ucranianos que han sido trasladados o deportados de manera forzada. Esta decisión, que recibió 91 votos a favor, 12 en contra y 57 abstenciones, incluyó a Colombia entre los países que optaron por no votar. La resolución, titulada “Retorno de los niños ucranianos”, insta a Moscú a poner fin a cualquier práctica de traslado forzoso, separación de familias y adoctrinamiento de menores. Se basa en el artículo 49 de la Convención de Ginebra, que prohíbe el traslado forzoso de civiles en contextos de ocupación. Antes de la votación, se presentó el testimonio de un adolescente ucraniano que describió su experiencia de ser secuestrado por soldados. “Imagina que eres un joven de 16 años en un día normal (…) cuando unos soldados irrumpen en tu casa, te obligan a subir a su vehículo y te llevan a un destino desconocido”, relató, enfatizando el sufrimiento de muchos menores que permanecen alejados de sus familias. La abstención del Gobierno colombiano ha generado críticas en el ámbito político. Andrés Forero, representante a la Cámara por el Centro Democrático, cuestionó la decisión y exigió explicaciones al presidente Gustavo Petro. En un mensaje en la red social X, Forero afirmó: “El presidente Gustavo Petro debe explicarle al país por qué ordenó que la delegación de Colombia ante la ONU se abstuviera de votar la proposición que exhortaba a Rusia a devolver a los miles de niños ucranianos que han sido secuestrados”. Hasta el momento, el Gobierno no ha ofrecido una explicación pública sobre su postura, lo que ha intensificado el debate sobre la posición de Colombia en el conflicto ucraniano. Esta decisión se suma a las recientes discusiones sobre cooperación humanitaria y el envío de un hospital militar a zonas afectadas por la guerra. La resolución de la ONU, aunque no es vinculante, actúa como una herramienta de presión internacional y refleja la preocupación de organismos humanitarios y gobiernos aliados de Ucrania. La situación de los niños ucranianos ha sido un tema recurrente en los pronunciamientos internacionales desde el inicio del conflicto hace más de tres años. Por su parte, el Gobierno ruso ha rechazado la resolución, acusando a la ONU de distorsionar la realidad y de basarse en acusaciones infundadas. La Misión Permanente de Observación de la Santa Sede ante la ONU también ha expresado su compromiso con el retorno de los niños y la liberación de prisioneros de guerra.