La guerra en Remedios ya se libra desde el aire. Una casa donde vivían una madre y sus cinco hijos quedó reducida a escombros después de que varios drones lanzaran granadas sobre la vivienda en la vereda Cruz Bajitales. Pese a la magnitud del ataque, la familia salió ilesa, aunque alcanzó a sentir el estallido y el peso de una confrontación que empezó a incorporar estas aeronaves como arma.

El hecho, ocurrido el pasado sábado en este municipio del Nordeste antioqueño, confirma que los grupos armados ilegales están aprovechando la tecnología —y los vacíos regulatorios— para ampliar su capacidad ofensiva. Los drones no solo sirven para bombardear, sino también para vigilar los desplazamientos de las tropas del Ejército con las que sostienen sus combates.

En lo que va transcurrido de este a

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