Los avances cibernéticos siguen generando progresos increíbles y bienvenidos en todo el mundo, pero también nuevos desafíos a la seguridad física y financiera de las personas.

Las ciberestafas, por ejemplo, se han convertido en el modus operandi preferido de cada vez más delincuentes. Por eso resulta alentador que comiencen a tomarse medidas serias en este sentido, como la actuación de la justicia a favor de una víctima de un fraude digital en Formosa. El fallo, conocido esta semana, fue considerado “icónico” por el abogado patrocinante del damnificado, y podría marcar un nuevo estándar en la protección de las y los consumidores frente a la amenaza creciente dentro del comercio electrónico y las billeteras virtuales.

Otra consecuencia negativa de los adelantos tecnológicos es que primero

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