En un mensaje dirigido a trece nuevos embajadores acreditados ante la Santa Sede, el papa León XIV delineó con inusual claridad el rol que asumirá el Vaticano en un escenario internacional marcado por tensiones crecientes, desigualdad y retrocesos democráticos. “La Santa Sede no será un espectador silencioso ante las graves disparidades, injusticias y violaciones de los derechos humanos fundamentales”, afirmó el pontífice, subrayando que la diplomacia vaticana no se limitará a las formalidades protocolarias, sino que reclamará un compromiso activo frente a los conflictos y sus víctimas.
León XIV recordó su discurso ante el cuerpo diplomático en mayo, cuando insistió en que la paz no debe entenderse como ausencia de conflicto, sino como “un don activo y exigente” que se construye “en el co

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