Hay un momento en el que la música habita el tiempo que le toca después. Pero ese después no necesariamente es su final sino uno de sus tantos comienzos. No llega con los instrumentos que se detienen, que se entregan al mutismo del que partieron, que son llevados por los músicos cuando la música misma se desmantela al dar un paso atrás y hacia afuera en el escenario donde se la escuchó. Más bien, ese momento del después llega por el avance de la música, por lo que en ella hay de progresivo. Por ejemplo, uno asiste a escuchar las casi dos horas de Mahler en su Segunda Sinfonía y cuenta los músicos en desproporción, se impresiona con el coro, el solo de soprano y hasta se prepara para un insondable abismo lírico que sabe que en breve tendrá lugar. Y, sin embargo, uno escucha -acaso sin que
John Cage y la música después de la música
CBA24N2 hrs ago
20


AlterNet
America News
Just Jared