Sudáfrica volvió a vivir una tragedia luego de que un ataque armado en un albergue de trabajadores en Pretoria dejara once personas sin vida, entre ellas un niño pequeño. Las autoridades confirmaron que el país continúa enfrentando altos niveles de violencia impulsados por grupos criminales y problemas de seguridad que siguen sin resolverse.

La policía informó que el ataque ocurrió en el municipio de Saulsville a primera hora de la madrugada, cuando tres hombres ingresaron al lugar y comenzaron a disparar contra un grupo que se encontraba reunido en el área. Diez personas murieron en el sitio y otra más perdió la vida en el hospital.

De acuerdo con la portavoz policial Athlenda Mathe, fueron 25 las personas alcanzadas por los disparos y 14 de ellas continúan hospitalizadas. La funcionari

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