En abril, el país se conmocionó por la muerte de dos adolescentes de 15 años, Emilia Forero e Inés de Bedout. Ambas fallecieron tras intoxicarse con talio, un metal sumamente peligroso, que ingirieron al consumir unas frambuesas.

Las menores fueron llevadas a la Fundación Santa Fe junto con otra joven que presentó graves daños neurológicos y un joven de 21 años. La necropsia reveló que las muertes fueron consecuencia del talio hallado en fresas con chocolate que las adolescentes ingirieron en un apartamento en el norte de Bogotá, después de sus clases.

Un informe de Medicina Legal indicó que el talio había sido incorporado “intencionalmente” a los alimentos, lo que llevó a la Fiscalía a clasificar el caso como homicidio. Las investigaciones revelaron que el talio se encontraba en un tarr

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