Ordenar los billetes de menor a mayor puede parecer un gesto automático o una simple cuestión de prolijidad, pero para la psicología este hábito dice más de lo que parece. Diversos enfoques psicológicos y estudios de Salud mental y conductual sostienen que la manera en que una persona manipula y organiza el dinero funciona como un reflejo simbólico de su mundo interno.

Lejos de tratarse solo de organización económica, este tipo de conductas cotidianas suelen estar asociadas a rasgos de personalidad , formas de afrontar el control y vínculos con la seguridad personal. Por eso, especialistas analizan este comportamiento no como una manía aislada, sino como una señal que puede dar pistas sobre cómo una persona gestiona el orden, el control y sus emociones en la vida diaria.

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