El trinar de los pájaros, el sonido de la naturaleza que seguramente Los Jaivas escuchaban en sus días argentinos en Zárate, y en la francesa casona de Les Glycines, acompañaba la entrada del público al Estadio Nacional. El recordatorio de un tópico que ha cruzado la obra de la más universal de las bandas del rock chileno.

Y asimismo, el canto de los pájaros marcaba un contrapunto. La primera presentación de Los Jaivas en el Nacional, en el lejano abril de 2003, estuvo cargada de dolor. Fue un evento de homenaje a Eduardo “Gato” Alquinta, con la presencia de sus hijos, Aurora, Ankatu y Eloy (quien moriría tiempo después). Una noche eléctrica que funcionó como un desahogo colectivo.

Lo de la noche del domingo 7 de diciembre estaba cruzado por la algarabía. Un aplauso sincero y agradecido

See Full Page