Mientras Petro convence a sus seguidores de que es un perseguido político de las élites que no le han permitido gobernar, aliada con gobiernos de derecha como el de Trump, que de manera injusta lo incluyó en la lista Clinton junto a algunos miembros de su familia y del Gobierno, la oposición no ha hecho nada distinto a criticarlo, sin presentarse como una real oportunidad de cambio, dispuesta a cerrarle el paso a la creciente corrupción, que día a día irrumpe con mayor fuerza en las entidades gubernamentales que tienen que ver, precisamente con el desarrollo y crecimiento del país. A tan solo seis meses de las elecciones de quien habrá de sucederlo, la encuesta nacional de Invamer cuyos resultados se revelaron el 30 de noviembre, muestran unos preocupantes guarismos frente a la intención d

See Full Page