Campi revivió una de las historias más salvajes e insólitas del under porteño junto a dos de sus referentes, Diego Capusotto y Fabio Alberti. La anécdota, que combina el espíritu más puro de la comedia alternativa con un caos desatado, ocurrió en un inesperado escenario: un colegio católico que los había contratado para un evento institucional.

El relato tomó por asalto la mesa de Almorzando con Juana (Eltrece), donde Campi, adueñándose de la conversación, reconstruyó aquellos años en los que compartía el circuito con las futuras figuras de culto del humor argentino. Todo comenzó en un mítico sótano de Palermo, El Pozo Voluptuoso, donde hacía un unipersonal protagonizado por un personaje que, en sus propias palabras, “vendía los órganos de su hija”.

Fue allí donde un grupo de estudiantes

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