El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 , encabezado por Pablo Bustinduy, ha dado un paso decisivo hacia la regulación de la alimentación en entornos sanitarios y sociosanitarios . En los últimos meses, el ministro ha insistido en que hospitales, residencias de mayores y otros centros asistenciales deben garantizar el derecho a una alimentación saludable , un derecho que «no puede ser un privilegio, sino una condición de bienestar básico». Por su parte, la  ministra de Sanidad, Mónica García , asegura que «comer bien, lejos de ser un lujo, es una necesidad, especialmente cuando se atraviesa una enfermedad o cuando se depende de cuidados en una residencia».

«La iniciativa también responde al llamamiento que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo a los gobiernos en 2021 para que sus políticas públicas promovieran una alimentación saludable en los establecimientos públicos. Según este organismo, las enfermedades no transmisibles fueron la principal causa de muerte de al menos 43 millones de personas en 2021, lo que equivale al 75% de las defunciones (sin tener en cuenta las debidas a la pandemia en ese año). En España, el 54% de la población española, según la Encuesta Europea de Salud en España, sufre algún tipo de enfermedad crónica, sobre todo hipertensión y colesterol elevado», detalla el Ministerio de Sanidad.

Comidas saludables en hospitales y residencias

El borrador del Real Decreto sobre alimentación saludable en hospitales y residencia se encuentra actualmente en fase de elaboración, con la participación conjunta del Ministerio de Derechos Sociales y del Ministerio de Sanidad . Entre las medidas estrella que incluirá la normativa, destacan dos ejes principales:

  • La modificación de la oferta de las máquinas expendedoras, que deberán incluir al menos un 80% de productos saludables y servir bebidas calientes sin azúcar añadido por defecto.
  • La eliminación de alimentos ultraprocesados de los menús infantiles de hospitales españoles, así como de las secciones de menús infantiles de sus cafeterías y comedores.

Máquinas expendedoras

Durante su participación en «Los Desayunos del Ateneo», Bustinduy explicó que el Real Decreto regulará la oferta de las máquinas expendedoras presentes en hospitales y residencias, tanto públicas como privadas. El objetivo es revertir la situación actual, en la que muchos usuarios «no pueden acceder a alternativas saludables.» mientras acompañan a un familiar enfermo o durante largas estancias hospitalarias. El nuevo marco normativo establecerá que al menos el 80% de los productos de las expendedoras sean saludables . Entre las opciones recomendadas aparecerán:

  • Agua
  • Fruta fresca
  • Yogures sin azúcares añadidos
  • Zumos sin azúcares añadidos
  • Frutos secos naturales
  • Panes integrales
  • Otros alimentos con perfiles nutricionales adecuados

Asimismo, los productos ultraprocesados y con alto contenido en azúcar (como bollería industrial, snacks salados o bebidas azucaradas) no podrán ocupar los lugares más visibles , como las filas centrales o los estantes a la altura de la vista. No estarán prohibidos al 100% en las máquinas expendedoras, pero sí limitados y desplazados a posiciones secundarias, mientras que el grueso de la oferta será fresca o mínimamente procesada.

Bebidas calientes

Uno de los aspectos más comentados de la nueva regulación es que las máquinas de bebidas calientes (café, infusiones o cacao) deberán servir sus productos sin azúcar añadido como opción predeterminada. Los usuarios podrán añadir azúcar manualmente, pero en una cantidad máxima de cinco gramos por servicio.

Menús infantiles

La otra gran medida anunciada por el Gobierno afecta directamente a los menús que se sirven a niños y adolescentes ingresados en hospitales. Según confirmó Bustinduy, los menús infantiles deberán retirar cualquier alimento ultraprocesado o con un perfil nutricional inadecuado , incluyendo:

  • Bollería industrial
  • Snacks altos en grasas saturadas o sal
  • Refrescos y bebidas azucaradas
  • Galletas industriales de formulación compleja
  • Platos precocinados ricos en grasas, harinas refinadas o aditivos (como nuggets , pizzas o rebozados industriales)

La idea no es prohibir categorías específicas de producto, sino establecer límites rigurosos de nutrientes , especialmente azúcar, grasa saturada y sal.

Bustinduy ha afirmado que «hay un clamor social en España por mejorar la alimentación en hospitales y en residencias» y ha insistido en la importancia de apostar por el consumo de proximidad y por la incorporación de productos frescos y de temporada en los centros donde se cuida a las personas. «La alimentación que recibimos no corresponda con los cuidados, los tratamientos y el trato que estamos recibiendo para mejorar nuestra salud».

Las medidas anunciadas por el Gobierno reflejan un cambio de paradigma: los hospitales y residencias, espacios dedicados a la salud, deben convertirse en entornos coherentes con los principios de una alimentación saludable . La eliminación de ultraprocesados en los menús infantiles, la obligatoriedad de que las máquinas expendedoras incluyan opciones nutritivas y la reducción del azúcar añadido en las bebidas calientes no sólo buscan mejorar la dieta de quienes utilizan estos servicios, sino también enviar un mensaje social más amplio sobre la importancia de comer bien. Finalmente, Bustinduy afirma que «el consumo creciente de alimentos representa una amenaza sistemática para la salud pública, la equidad y la sostenibilidad ambiental».