Casas Bajas , un pequeño pueblo de interior de apenas 170 habitantes censados fue testigo de un milagro navideño este primer fin de semana de diciembre, que volvió a demostrar que la magia de la Navidad existe. El municipio del Rincón de Ademuz se transformó en un escenario festivo lleno de luces, ilusión y una sorprendente multitud infantil que llenó la Plaza Rey Don Jaime hasta desbordarla. La imagen parecía casi irreal: familias por todas partes, carros de bebé, grupos de niños corriendo entre luces, personajes de Disney haciéndose fotos con las familias, talleres con largas colas y carcajadas continuas.

En más de una conversación se escuchó la misma frase: "¿De dónde han salido tantos niños?" . Una escena tan extraordinaria que muchos, entre risas, aseguraban q

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