Redacción Ciudad de México / 08.12.2025 12:17:00
La llegada del invierno trae celebraciones, salidas familiares y horarios más relajados. Sin embargo, estos cambios pueden alterar los hábitos alimenticios de los niños , y justo cuando están más expuestos a virus y bacterias.
A partir del primer año, los pequeños comienzan a caminar, explorar, manipular juguetes y llevar objetos a la boca. Este comportamiento, natural en su desarrollo, incrementa su contacto con microorganismos, por lo que su sistema inmune requiere apoyo adicional.
Los especialistas recuerdan que “los niños no son adultos pequeños”. Su demanda de nutrientes por kilo de peso es mayor: necesitan hasta seis veces más vitamina D y tres veces más hierro y zinc , elementos fundamentales para su crecimiento y defens

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