No hace mucho, un hombre se presentó en el Congreso de la Nación de Argentina en un acto de circo , en el que aseguraba que las vacunas contra el coronavirus generaban un supuesto “magnetismo”. Así, se colocaba objetos que quedaban adheridos a su cuerpo, mientras que una licenciada en biotecnología, Lorena Diblasi , amparada por la diputada del PRO, Marilú Quiroz , aseguraba que eso era una prueba viviente.

El vergonzoso evento revela el avance oscurantista en todos las esferas de la sociedad, que va desde terraplanistas a aquellos que aseguran que las palomas, en realidad, son drones espías y que tiene a las redes sociales como propagadoras exponenciales. Y que muestran que sin importar las evidencias, el sesgo de confirmación, como enunció el psicólogo cognitivo Peter Wason

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