José Elías Navarro , presidente de Audax Renovables y figura visible en el debate público, ha reforzado en diversas ocasiones su postura sobre la movilidad social en España y sobre cómo las dinámicas económicas actuales afectan especialmente a la clase media-baja .
Su reflexión más reciente, difundida en LinkedIn , plantea un criterio práctico para identificar qué grupo social soporta con más intensidad el deterioro de la capacidad adquisitiva. Su argumento no se centra en la etiqueta social , sino en la distancia entre los ingresos y unas necesidades que considera básicas: acceso a vivienda, movilidad, ocio moderado y capacidad de desplazarse.
Lo que implica ser clase media-baja según el planteamiento de José Elías
Elías sostiene que la frontera entre grupos sociales no depende del nombre asignado a cada estrato, sino de la posibilidad real de cubrir ciertos gastos que décadas atrás se consideraban habituales . Para él, la clase media-baja se define por la incapacidad de afrontar de forma autónoma aquello que constituía el estándar de bienestar básico en la España de finales del siglo XX.
Su enfoque parte de una comparación histórica: antes, muchos hogares podían adquirir una vivienda, mantener un vehículo y costear pequeños espacios de ocio sin comprometer el resto del presupuesto mensual.
Primera señal: no poder comprar vivienda o coche por medios propios
Uno de los puntos centrales del argumento de Elías es la dificultad creciente para comprar un piso sin ayudas externas ni depender de ingresos conjuntos . Destaca que el acceso a la vivienda (garantizado en la Constitución como un derecho) se ha convertido en un bien casi inaccesible para una parte significativa de la población.
A ello se suman dos factores: el encarecimiento de la financiación y la necesidad de aportar ahorros elevados para cubrir entrada y gastos.
El empresario también incluye la imposibilidad de adquirir un coche como indicador complementario . Considera que, al tratarse de un elemento de movilidad básica para gran parte del país, no poder afrontarlo es otro síntoma claro de pertenecer a la clase media-baja.
Segunda señal: no realizar viajes a lo largo del año
Elías señala que desplazarse un par de veces al año, aunque sea dentro del país, debería formar parte de lo que denomina un nivel de vida digno.
Su postura no parte de la idea de vacaciones frecuentes ni de gastos elevados, sino de la posibilidad de reservar una parte del presupuesto anual para un viaje modesto .
Tercera señal: no salir a cenar sin revisar el saldo a final de mes
La tercera referencia de Elías se vincula al ocio básico. Según su reflexión, salir a comer o cenar un fin de semana al mes sin comprobar el saldo bancario debería ser un indicador de normalidad económica. No se refiere a locales costosos, sino a una actividad sencilla como una pizza o una comida informal.
Si un hogar debe hacer cálculos estrictos para costear este plan, él lo interpreta como un signo inequívoco de pertenencia a la clase media-baja.
¿Es realmente válida la opinión de José Elías sobre los estratos sociales?
El análisis de José Elías parte de una visión pragmática sobre la estructura social española. Para él, la pérdida de capacidad adquisitiva no reside únicamente en los salarios, sino también en el incremento constante del coste de la vivienda, la electricidad, los impuestos y los gastos básicos .
Desde su perspectiva, la solución no solo pasa por aumentar los ingresos, sino también por revisar el peso de los costes estructurales y por reforzar el acceso a vivienda mediante mecanismos como un parque público más amplio o garantías específicas para primeras adquisiciones. Pero recordemos, valga la redundancia, que es simplemente su perspectiva .
Más allá de la polémica que pueda despertar su planteamiento, sobre el que ha profundizado aún más en YouTube , el empresario volvió a situar en el centro del debate el lugar real que ocupa hoy la llamada clase media-baja en España.

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