La filigrana ayacuchana, uno de los oficios más finos y tradicionales del arte local, enfrenta un serio riesgo de desaparecer. Vasco Flores, artesano y quinta generación de su familia dedicada a este oficio, aseguró que actualmente es el último filigranista activo en la región Ayacucho y que la ausencia de formación, investigación y promoción cultural ha llevado este arte al borde de la extinción.

Durante la entrevista, Flores explicó que, pese a ser ingeniero agrónomo, decidió dedicarse por completo a la filigrana para evitar que esta técnica heredada desde la época colonial se pierda. Señaló que muchos joyeros actuales han aprendido el trabajo básico del metal, pero no dominan el tejido fino, la simbología ni la tradición cultural que distinguen a la verdadera filigrana.

El artesano re

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