La piel de Mia Bannister está tatuada en homenaje a su hijo Ollie. Su suicidio tras sufrir acoso en línea empujó a esta madre australiana a luchar por la primera ley del mundo para prohibir las redes sociales a los niños.

Desde este miércoles, 10 de diciembre, los menores de 16 años de Australia no podrán acceder a Facebook, Instagram, Reddit o TikTok.

Las empresas se exponen a multas de 49,5 millones de dólares australianos (unos 33 millones de dólares estadounidenses) si no velan por su cumplimiento.

Si esa ley hubiera estado en vigor hace un año, puede que Ollie todavía estuviera vivo, lamenta Mia.

“Era mi mejor amigo”, explica con la mirada fija en el contorno tatuado en negro de una madre que sostiene un corazón roto de color rojo. “Era mi mundo”.

Ollie sufrió acoso en línea y te

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