Aragón vive estos días en una tensión política que ya no se mide en mayorías ni en cifras, sino en tiempos . Tiempo para negociar, tiempo para decidir… y tiempo para asumir que la legislatura se encamina a un desenlace abrupto . J orge Azcón ha puesto fecha límite: este viernes. Para entonces deberá elegir entre dos caminos que ya no admiten término medio: insistir en la vía del presupuesto de 2026 —exprimido hasta su último resquicio— o aceptar que la legislatura está rota y activar el adelanto electoral para 2026.

La situación ha mutado en apenas unas semanas. Lo que empezó como una negociación complicada, pero posible, se ha transformado en un laberinto institucional donde cada salida conduce a un bloqueo. Y en ese escenario, la dirección del PP —tanto en Aragón como en Ma

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