Unión empieza a acomodar su tablero de nombres para la próxima temporada y una de las prioridades del cuerpo técnico apunta directamente al mediocampo. La inminente salida de Mauricio “Caramelo” Martínez, cuyo retorno aparece prácticamente descartado por cuestiones contractuales, obligó a Leonardo Madelón a reformular su búsqueda. Y allí surge con fuerza un apellido conocido: Rodrigo Saravia, hoy en Belgrano, pero con un presente que enciende dudas dentro de la dirigencia tatengue.

Con Caramelo aún ligado a Rosario Central por un año más y con ofertas del exterior que lo alejan de la Avenida, en Unión ya asumen que su vuelta sólo sería posible si el propio jugador logra desprenderse del Canalla y acepta un nuevo préstamo. Un escenario complejo y, por ahora, muy lejano. Por eso, Madelón v

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