Después de más de un siglo de búsquedas, estudios submarinos y especulaciones, una nueva operación arqueológica en el Mediterráneo reescribió la historia del Faro de Alejandría. Un equipo francés logró extraer 22 bloques monumentales pertenecientes a la séptima maravilla del mundo antiguo, piezas que permanecieron ocultas bajo el agua durante siglos y que ahora podrán ser estudiadas fuera del mar por primera vez.
Los bloques —cada uno de entre 70 y 80 toneladas— incluyen partes fundamentales de la arquitectura original: elementos de la puerta monumental , fragmentos del pedestal de la torre y, de manera inesperada, los restos de un pilono cuya existencia no estaba documentada. Se trata de una estructura con puerta de estilo egipcio pero construida con técnicas griegas, un descubrimi

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