Gustavo Suárez, de 48 años, mató de un disparo en la cabeza a su hijo de 4 y luego de la misma forma se quitó la vida en Coronel Suárez. Antes de cometer el brutal hecho, llamó a su expareja, Daiana García, para decirle lo que pensaba hacer.

Desesperada, la mujer, que además es policía, intentó convencerlo para que se detuviera y envió a sus colegas al lugar donde el hombre dijo que se encontraba.

En esa comunicación, según fuentes de la policía, Suárez advirtió que estaba estacionado sobre la ruta 60, cerca del acceso a la localidad de Huanguelén, donde vivía la familia.

Cuando los oficiales llegaron, encontraron dentro de un camión a Suárez muerto y con un disparo en la cabeza. Su hijo Francisco, de 4 años, también había sido baleado en la cabeza pero todavía estaba con vida.

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