La fotografía de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, así como la de la mayoría de los expresidentes de la Democracia Cristiana (DC), cuelga en el salón de honor de la sede de la Falange. Con el exmandatario denunciado ante el tribunal supremo (TS) de la colectividad por reunirse con José Antonio Kast (Partido Republicano), su permanencia en ese selecto espacio está puesta en duda.

El 26 de noviembre, cuando la directiva DC anunció que llevaría al expresidente al TS, la secretaria nacional del partido, Alejandra Krauss, solicitó al organismo que aplique “las más altas medidas disciplinarias que correspondan” y afirmó que la conducta de Frei es “de la mayor gravedad como militante de la DC”. Como medida cautelar, quedó con su militancia suspendida.

En ese entendido, está sobre la mesa la posibilidad

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