La escena se ha convertido en una dolorosa rutina en el Magdalena Medio antioqueño: cadenas, candados y rostros marcados por la angustia y la enfermedad bloqueando la entrada a las oficinas de la Nueva EPS.

Este lunes, la sede de la Nueva EPS en el municipio de Puerto Berrío amaneció nuevamente tomada por sus propios afiliados, quienes, desesperados ante el incumplimiento sistemático en la entrega de fármacos y la negación de servicios, decidieron encadenarse para exigir su derecho a la vida.

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Tal como lo registraron medios de comunicación locales que hicieron presencia en el lugar, la protesta fue liderada por la Asociación de Usuarios del Hospital de Puerto Berrío . Su representante, Alberto A

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