Entre 2024 y 2035, México vivirá su última ventana de estabilidad demográfica. Después, la curva se volverá irreversible: el país avanzará hacia un escenario donde habrá más jubilados que niños, más personas saliendo del mercado laboral que entrando, y más necesidad de cuidados que nunca antes en nuestra historia; este será un punto de quiebre que definirá el futuro económico y social del país.

Según el CONAPO, para 2050 la proporción de personas mayores de 65 años prácticamente se duplicará, pasando del 8% actual a cerca del 17%.

México, que durante décadas presenció un crecimiento impulsado por su juventud, será entonces un país significativamente más viejo. La transición ya inició: cada año disminuye la población joven y aumenta la adulta mayor, poniendo presión en el mercado laboral,

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