Un nuevo informe internacional advierte que la presión humana sobre los ecosistemas está generando niveles de degradación sin precedentes, con impactos directos sobre la disponibilidad de agua, la seguridad alimentaria y la salud de millones de personas. El documento destaca que la producción intensiva de alimentos y combustibles fósiles continúa siendo uno de los principales motores del deterioro ambiental.

Según los expertos, la pérdida acelerada de biodiversidad, la contaminación del aire y del agua, y la degradación del suelo están alcanzando un punto crítico. Estos factores, combinados, podrían comprometer seriamente la capacidad de los países para sostener sus sistemas agrícolas y garantizar el acceso a recursos naturales esenciales durante las próximas décadas.

El informe señala q

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