En los últimos años, vastas extensiones del territorio amazónico han sido sometidas a una devastación silenciosa. La minería ilegal, el narcotráfico, y la tala indiscriminada son reconocidas por organismos internacionales y por supuesto por sus propios habitantes como las principales actividades que amenazan la vida en él.

Al respecto es fundamental recordar que este es un ecosistema cuya riqueza sostiene no solo al Perú, sino al equilibrio climático global. Se trata de un bioma que concentra cerca del 10% de la biodiversidad de todo el planeta el cual está siendo depredado sin limitaciones.

Esta erosión, que puede ser entendida en parte como respuesta de cierta audacia criminal, es también el resultado directo de la incapacidad histórica del Estado para penetrar su propio territorio con

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