Un nuevo enfrentamiento entre las cámaras legislativas ha tenido lugar en el Congreso de los Diputados. En la tarde del martes, la Mesa del Congreso , controlada por la mayoría de PSOE y Sumar , ha vetado una enmienda del Partido Popular que buscaba reducir el IVA a una serie de alimentos de primera necesidad a partir del próximo año. La medida, que ya había sido aprobada por el Senado , ha sido anulada tras la aceptación de un escrito de disconformidad presentado por el Gobierno .

Una medida con impacto directo en la cesta de la compra

La enmienda propuesta por el PP preveía una rebaja del IVA al 4% para productos como la carne, el pescado y las conservas , así como la exención total del impuesto para otros alimentos básicos: leche, huevos, quesos, frutas, verduras, hortalizas y legumbres . Esta reducción fiscal estaría vigente desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2026 , en un intento por aliviar la presión inflacionista sobre los hogares españoles y reducir el coste de la cesta de la compra.

La argumentación del Gobierno: impacto sobre los ingresos públicos

El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha alegado que esta propuesta supondría una merma de ingresos inasumible para las cuentas públicas. En concreto, el Ministerio de Hacienda estima que la medida provocaría una pérdida de recaudación de 3.780 millones de euros , una cifra que, a su juicio, pondría en riesgo el cumplimiento de los objetivos fiscales y presupuestarios para el año 2026.

Por este motivo, el Gobierno ha ejercido el derecho de veto que le reconoce la Constitución Española , el cual permite al Ejecutivo impedir la tramitación de iniciativas legislativas que supongan una reducción de ingresos o un incremento del gasto no contemplado en los Presupuestos Generales del Estado.

El Senado desafió el veto, pero el Congreso lo reafirma

Aunque el Gobierno ya había presentado su oposición formal en el Senado , esta fue ignorada por la Mesa de la Cámara Alta , dominada por el Partido Popular. De esta manera, la enmienda logró ser incluida en el texto legal y aprobada en el Pleno del Senado, lo que obligó a su remisión al Congreso para su ratificación definitiva.

Sin embargo, al llegar al Congreso, el Gobierno ha vuelto a presentar el mismo veto presupuestario , y en esta ocasión sí ha sido aceptado por la Mesa del Congreso , donde el bloque de izquierdas cuenta con mayoría. La decisión fue tomada en una reunión posterior al pleno , donde se acordó formalmente suprimir la enmienda de la tramitación parlamentaria.

Precedente institucional y conflicto de atribuciones

Esta no es la primera vez que el Congreso revierte enmiendas aprobadas por el Senado . Durante la presente legislatura, ya ha vetado otras propuestas del PP en leyes como la del desperdicio alimentario o la de navegación aérea . Estos episodios han provocado ya conflictos de atribuciones entre ambas cámaras, sobre los que deberá pronunciarse el Tribunal Constitucional .

La decisión de bloquear la rebaja del IVA también se produce en un momento especialmente sensible para los consumidores. Con la inflación aún elevada y el precio de los alimentos en máximos históricos, muchas familias esperaban un alivio fiscal en su economía doméstica de cara a 2026. La supresión de esta medida añade tensión al debate político sobre la política fiscal del Gobierno y su impacto social.

Un debate más allá del IVA: ¿quién controla el gasto público?

El choque entre las dos cámaras no es meramente técnico. El uso del veto presupuestario por parte del Gobierno en el Congreso plantea un debate político e institucional de mayor calado: ¿quién debe tener la última palabra sobre las decisiones fiscales del país? ¿Está el Ejecutivo haciendo un uso legítimo de sus prerrogativas constitucionales o está restringiendo el papel legislativo del Senado?

Desde la oposición, se acusa al Gobierno de utilizar el argumento presupuestario como una herramienta de bloqueo político , impidiendo el avance de propuestas aprobadas legítimamente por la Cámara Alta. En cambio, el Ejecutivo insiste en que es su responsabilidad garantizar el equilibrio de las cuentas públicas , especialmente en un momento de incertidumbre económica y presión de los organismos europeos sobre la disciplina fiscal.